¿Por qué usar prebase de maquillaje?
La prebase de maquillaje (o primer) nos confiere el toque perfecto, asegurándonos una larga duración y permanencia de los productos cosméticos que nos apliquemos en el rostro, entre otros beneficios
Aunque vayamos a toda prisa, antes del maquillaje no deberíamos olvidar aplicarnos el primer, un producto estrella que puede convertirse en nuestro mejor aliado por varios motivos. Te contamos algunos:
Un producto y múltiples utilidades
Merece mucho la pena dejar atrás la pereza e incluir este producto en nuestra rutina de belleza, pues los beneficios que obtendremos con su aplicación serán muy variados, ya que el primer consigue:
- Aportar a la piel un aspecto más compacto y homogéneo.
- Dotar de una mayor luminosidad.
- Suavizar las indeseables líneas de expresión y pequeños surcos.
- Definir y perfeccionar el acabado del maquillaje.
- Fijar el maquillaje, alargando sustancialmente su duración.
Una prebase de maquillaje para cada tipo de piel
Además, de entre la gran variedad de primers existentes en el mercado, podemos encontrarlos especialmente formulados para ciertas necesidades específicas de la piel. Así, hay gamas enfocadas a:
- Evitar o reducir los brillos faciales.
- Cerrar los poros dilatados.
- Hidratar la piel.
- Disimular rojeces, manchas oscuras y otras imperfecciones.
- Corregir el tono de la piel.
¿Dónde aplicarlo?
Esto dependerá del tipo de prebase por la que nos decantemos, ya que podremos usar aquéllas que se pueden aplicar en todo el rostro o ésas otras específicas para aplicar exclusivamente en la zona de los ojos (párpados).
El tiempo de aplicación es mínimo y su resultado va a ser espectacular: la piel presentará un aspecto bonito, cuidado y renovado, mientras que el maquillaje permanecerá intacto durante mucho tiempo.
Ya solo nos queda elegir la prebase más adecuada para nuestras necesidades y tipo de piel, y… ¡a presumir de maquillaje!