La pedicura, paso a paso
Los pies son la base de nuestro cuerpo, sostienen todo el peso y recorren varios kilómetros al día. Dada la incuestionable importancia que tienen en el desarrollo de nuestra vida, ¿qué menos que ofrecerles algunas atenciones para mantenerlos cuidados y bonitos? Si no tienes tiempo o ganas de acudir a centros especializados, a continuación te explicamos las pautas a seguir para hacerte tú misma la pedicura y conseguir unos pies atractivos y seductores.
Date el placer de mimar tus pies por lo menos cada quince días. De esta forma te asegurarás de eliminar de esta zona las molestias y la tensión acumuladas y que, además, su apariencia sea siempre perfecta.
En pocos minutos, podrás seguir estos pasos que a continuación presentamos y que dejarán tus pies como nuevos:
- Retira el esmalte de uñas que llevabas con anterioridad, frotando suavemente las uñas con el algodón impregnado de quitaesmalte, desde abajo hacia arriba.
- Sumerge los pies durante diez minutos en un recipiente lleno de agua tibia, a la que añadiremos gel perfumado o aceites esenciales para potenciar el efecto relajante. Existen recipientes exclusivos para este tipo de uso, que cuentan con una base rugosa o punteada y con selectores del nivel de calor y de vibración.
- Pasados diez minutos, retira los pies del baño y sécalos bien. Nunca olvides los espacios interdigitales, puesto que la presencia de humedad en esas zonas podría provocar ciertas anomalías en la piel, como la aparición de grietas u hongos.
- Si tienes durezas o callosidades, frota suavemente dichas zonas con una piedra pómez o una lima para durezas (de fibra de vidrio o de cerámica). De este modo eliminarás las asperezas y zonas resecas. Tu piel quedará notablemente más lisa y suave.
- Usa una crema hidratante para pies. Con ello mantendrás tus pies frescos e hidratados, evitando además la aparición de durezas. Aplícate la crema con un suave masaje, empezando desde la punta de los dedos, hasta los tobillos, haciendo hincapié en los puntos más castigados y doloridos. Masajea la planta de los pies, los talones y los espacios entre los dedos. A continuación estira suavemente cada dedo, desde su base, hacia fuera. Esto reactivará tu circulación sanguínea y proporcionará vitalidad y energía a tus pies.
- Córtate las uñas de forma recta teniendo especial cuidado de no introducir el cortaúñas en los pliegues laterales de la piel.
- Lima tus uñas con una lima esmeril, hasta que los bordes queden suaves y uniformes. Cuida de no limar demasiado profundo los laterales de las uñas, porque en caso contrario, éstas podrían introducirse en la carne al crecer. Retira, con un pequeño cepillo de uñas, los restos del limado para que tus pies queden limpios.
- Empuja las cutículas hacia atrás con un palito de naranjo o un moldeador de cutículas. Posteriormente, con un alicate cortacutículas, podrás eliminar las pielecillas que puedan existir alrededor de las uñas. Extrema la precaución para no cortar la piel a demasiada profundidad.
- Introduce entre dedo y dedo esponjitas separadoras o bolitas de algodón para no manchar los dedos con el esmalte de uñas. Con los dedos separados, procederemos a pintar las uñas cómodamente.
- Aplica esmalte a tus uñas. Antes de usar el color que hayas elegido, cubre las uñas con un esmalte base enriquecido con vitaminas. Aplica después el esmalte de color, esperando unos minutos entre capa y capa para que se sequen bien. Finalmente, para prolongar la vida del esmalte, puedes aplicarte una capa protectora de brillo.
- Para acelerar el secado de las uñas, espolvoréalas con un spray acelerador del secado.
- Espera a que tus uñas estén totalmente secas para volver a calzarte.
Con estos sencillos cuidados presumirás de pies bonitos durante todo el verano.