Ilumina tu rostro de forma natural
La piel apagada es una señal de alerta que nos advierte de que no estamos prestando a nuestra piel la atención necesaria. Sin embargo, recuperar la luz no es ninguna tarea difícil, siempre que tengamos en cuenta algunos puntos clave.
Nos miramos en el espejo y observamos un aspecto apagado y falta de vitalidad. Esto puede ser el resultado de un cúmulo de cosas (cansancio, estrés, tabaco, hábitos alimenticios, etc.) que en su conjunto terminan por apagar nuestra piel, presentando un aspecto grisáceo y monótono.Para poner freno a esta situación no tienes que realizar grandes hazañas: simplemente hay que tener en cuenta algunos aspectos que son esenciales en este sentido y que no debes descuidar.
Lo que debes hacer
- Bebe suficiente agua: Para hidratarte desde dentro. Además de agua, puedes también hidratarte mediante infusiones, zumos de frutas, etc.
- Come frutas y verduras: Muchas veces son las grandes olvidadas en nuestra dieta. Sin embargo, es mucho más saludable optar por este tipo de alimentos en detrimento, por ejemplo, de la comida rápida o la bollería industrial.
- Lleva a cabo rituales de limpieza e hidratación: Es muy importante mantener tu piel limpia e hidratada. Exfolia tu rostro con cierta regularidad, límpialo, nútrelo e hidrátalo recurriendo a productos con ingredientes sanos y beneficiosos.
Lo que no debes hacer
- Caer en el estrés: Es cierto que la vida transcurre a una velocidad de vértigo y que, por lo general, tenemos un millón de cosas programadas durante el día. Pero debes reservarte tu propio tiempo y aprovechar ese espacio para descansar, desconectar y hacer lo que te gusta. Seguro que te ayudará.
- No dormir lo suficiente: El déficit de sueño es muy perjudicial para la salud y el aspecto de nuestra piel. El descanso es altamente reparador y durante el mismo, nuestra piel se regenera. Por lo tanto, ten en cuenta que como mínimo deberías dormir ocho horas.
- Fumar: Entre los muchísimos efectos nocivos del tabaco, también se cuenta el que ejerce sobre la piel, otorgándole un aspecto opaco, grisáceo y envejecido.
Si llevas a cabo estos cuidados básicos y eres paciente, pronto comenzarás a notar que tu piel se vuelve más vital, fresca y luminosa.