Hablamos con… Verónica Ferreiro
Artista precoz, la coruñesa afincada en Madrid Verónica Ferreiro se ha convertido en una de las voces más destacadas del jazz y del neo-soul de nuestro país. En 2011 publicó su álbum debut Laio, tras varios años de lucha y sacrificio por alcanzar su sueño. Se trata de un trabajo repleto de grandes canciones en castellano, inglés y gallego que ha supuesto un soplo de aire fresco y que ha obtenido una enorme aceptación entre crítica y público. Tanto es así, que ha conseguido ser número uno en ventas de jazz en iTunes en su semana de lanzamiento.
Pero sin duda, su fuerte principal son los directos. Perfectamente acompañada por Sergio Fernández al contrabajo y bajo eléctrico, «Chuchi» Crespo a la batería, Rubén García al piano, rhodes y sintes, y Diego Lipnizky a la guitarra, Verónica muestra toda la fuerza y calidez de su voz para cautivar al público y demostrar que la música es mucho más que pop y rock.
Por Javier Alonso Ezquerra
– Acabas de publicar tu primer disco, Laio, en otoño de 2011 ¿Cómo ha sido la experiencia? ¿Qué significa este disco para ti?
Es mi primer trabajo como artista, y la experiencia ha sido increíble, muy intensa. Tiene un significado especial porque lo vives todo con la intensidad de la primera vez. Además es algo que deseaba hacer desde hace muchos años y significa el comienzo de mi trayectoria como artista, como Verónica Ferreiro.
– ¿Qué significa Laio?, ¿Por qué ese nombre?
Laio es una palabra gallega que significa «lamento». Aplicado al disco, es una palabra que define muy bien la esencia profunda y melancólica que tiene la música. Siempre con raíz gallega.
– Tu estilo musical, en el que te manejas, es el jazz ¿De dónde viene tu pasión por este tipo de música?
Desde muy pequeña. A mi padre siempre le ha gustado mucho, y desde niña ya lo disfrutaba en casa. Siempre me he sentido atraída por la música afroamericana, por el gospel, el soul… y el jazz siempre me ha fascinado, porque es una de las formas más «auténticas» de expresarte a través de temas que no son tuyos. Siempre lo puedes cantar desde ti mismo. Las composiciones son tan geniales, que funcionan por sí mismas, independientemente de quién las interprete. Es maravilloso.
– ¿Resulta más complicado llegar al público y vivir de la música apostando por estilos como el jazz, en tu caso?
A día de hoy, creo que resulta difícil vivir de la música en cualquiera de sus facetas. La música que hago, ciertamente, es minoritaria, llega menos al gran público. Pero en el circuito underground a día de hoy, creo que hay más conciertos y proyectos que nunca. Hay necesidad de crear, de tocar… de expresarse.
– ¿Qué momento atraviesa o vive el jazz en España?
Estamos en un momento de incertidumbre social, y eso está ayudando a desarrollar la creatividad y las ganas de decir cosas. Ya sea dentro del jazz, o de otros estilos. Creo que el balance ante esta crisis, aunque parezca chocante, es positivo. Siento que el público ya no se conforma con cualquier cosa, reclaman contenido, autenticidad.
– ¿Cuáles son tus referentes musicales?, ¿Qué otros estilos te gustan además del jazz?
Principalmente la música afroamericana. Y cada vez más las músicas populares, el folk. Por la danza siempre he escuchado mucho clásico, y me fascina también.
– ¿Cómo valoras que se apueste tanto por música comercial y se le de un apoyo masivo?
El mismo adjetivo lo define. Es música «comercial» porque más que por la música en sí, se apuesta por el negocio de la música. Es un medio para ganar dinero, un intercambio de intereses más que un intercambio cultural. El pop, la música popular, es tan lícita como otras, el problema, en mi opinión, está en todo lo que la rodea. No es una apuesta por la música como tal, si no por los beneficios económicos que pueda generar. Como quien vende un producto. Y cuando eso se nos escapa de las manos, como está pasando… pues explota.
– La música ha estado muy presente en tu vida desde muy pequeña ¿Siempre tuviste claro que era esto a lo que te querías dedicar, o el ballet, algo que también has hecho, era otra opción?
Sí, siempre he tenido vocación artística. La danza y la música siempre ha formado parte de mi día a día. Luego poco a poco la vida me ha ido llevando en distintas direcciones, pero siempre me he imaginando creando, siempre en el escenario, de cara al público.
– ¿Qué queda de aquella niña que con 6 años grababa canciones en un cassette y trataba de escribir algunas letras?
Me esfuerzo cada día por tenerla siempre conmigo. A la hora de componer o de trabajar con la música intento empaparme de esa inocencia, de esa frescura, para no perder nunca la ilusión por lo que hago, por lo que tengo. Intento recordar esa sensación de «estar jugando», en donde todo fluye y es natural.
– En 2004, la Xunta de Galicia te otorgó el premio a la mejor intérprete gallega, y luego fuiste a Madrid con una beca para estudiar música ¿Qué significó ese galardón en tu carrera?
Supuso un apoyo enorme para poder llevar a cabo algo tan complicado como empezar de cero en una ciudad nueva, y hacerme un hueco en la profesión. Fue el impulso que necesitaba, estoy muy agradecida.
– Has sido corista, bailarina y cantante de sesión para los mejores productores y artistas del país (Ana Torroja, Isabel Pantoja, David Bisbal, Raphael, Christian Castro, Soraya, Beatriz Luengo, Tamara, Melendi…) ¿Cómo fue aquella etapa de tu vida?
Ha sido y es (porque todavía hago cosas) muy gratificante. Un gran aprendizaje en todos los sentidos. Me siento afortunada de haber pisado grandes escenarios con grandes artistas, he podido aprender mucho de la profesión y «vivir» mucho gracias a cada músico, artista, que he conocido… cada viaje… Todo es vida, todo son historias que contar.
– ¿Por qué decidiste emprender una carrera en solitario? (Aunque creo que en 2008 tuviste algún proyecto con Sergio Fernández).
Siempre he sentido la inquietud de «crear» mis propias cosas, de contar mis propias historias. De aportar algo a lo que ya hay. Tenía que cumplir ese sueño. El proyecto con Sergio Fernández es éste mismo, juntos, llevamos desde 2008 el peso de este proyecto. Además es el productor del disco. Primero empezamos con versiones, hasta que grabamos Laio a finales del 2010.
– Ahora estás de gira promocionando el disco. ¿Cómo está resultando? ¿Qué más proyectos de futuro tienes?
La respuesta está siendo maravillosa. Estamos llevando nuestra música por todo el país, y el futuro más inmediato es seguir llevando Laio allí donde nos dejen, y seguir creando. ¡Que la rueda no pare!
Muy personal:
– Una película que te encante:
Nadie sabe, de Kore-eda Hirozaku.
– Una manía:
Atusarme el pelo.
– Un vicio confesable
El café.
– Tu último capricho
Un brownie enorme con montañas de chocolate caliente, helado de vainilla y nata.
– Un lugar para perderse o vivir
Para perderme, Londres; para vivir, A Coruña
– Lo último que haces antes de dormir
Poner el despertador para no levantarme.
– Un buen plan para una noche sería, ¿cena romántica o noche loca con las amigas?
Soy más de cena romántica.
– ¿Qué no puede faltar en tu bolso?
Móvil, llaves y cartera.
– ¿Eres adicta a las nuevas tecnologías?
No.