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En primera persona: Patricia Cancelo

Patricia Cancelo: “Yo siempre digo que forjo mis sueños al fuego”




FOTOGRAFÍA: Julián Castillo Cañizares



De pequeña viajó con su padre a la Luna y regresó cargada de piedras preciosas y con una maleta llena de sueños. Aquella experiencia le marcó tanto, que Patricia Cancelo decidió ser artista de mayor. Pero no una artista cualquiera. Su objetivo, dar vida a los sueños y convertirlos en realidad en forma de extraordinarias figuras. El suyo de momento va por buen camino y quiere compartirlo con todo el mundo.

Por Javier Alonso Ezquerra

“En el taller, los males se van volando”
Tiene un gran talento para crear. Escultora, diseñadora gráfica y reportera de televisión, Patricia Cancelo Lorenzo (Pontevedra, 1971) da rienda suelta a su imaginación y convierte sus sueños en realidad gracias al hierro. “Yo siempre digo que forjo mis sueños al fuego. Me gusta tanto estar en el taller… Es el único lugar del mundo además de los brazos de mi madre donde me fascina estar; allí las horas y los males se van volando y las ideas revolotean a mi alrededor.”
“De pequeñita hacía figuras con migas de pan”
Gracias a su padre empezó a imaginar y decidió embarcarse en una aventura en la que lleva ya más de doce años. “Cuando era pequeña, en las noches de cielo raso, mi padre se sentaba a mi lado y contemplábamos juntos la Luna. Después, me decía que iríamos juntos hasta ella en un viaje memorable. Yo me quedaba dormida y al despertar encontraba mi cama llena de piedras preciosas. Mi padre me contaba que las habíamos traído de la Luna, aunque yo nunca recordaba haber estado allí.”
Así fue como poco a poco nació una sana curiosidad dentro de Patricia, que le ha llevado a dedicarse al mundo del arte. Hoy aún recuerda con emoción aquellos días en los que viajaba con su padre a la Luna y le está muy agradecida por ello, aunque en su momento no todo fuera tan fácil. “En el colegio pensaban que tenía mucha fantasía. Tuvo que ir mi padre a hablar con los profesores y decirles que me siguieran la corriente en este juego que él se había inventado. Fue una época muy bonita.”
“Desde pequeñita, hacía figuras con migas de pan. Vi que había algo creativo dentro de mí, pero no pensé en dedicarme a esto hasta más adelante. Mi padre me ha aportado muchas cosas, ha sido fundamental en este sentido. Le estoy muy agradecida. A mi madre también. Cuando dije que quería ser escultora, mis padres me dieron todo su apoyo económico y moral. Siempre que los he necesitado han estado ahí.”, reconoce encantada.



“Le estoy muy agradecida a Parés”



“A los 15 años me trasladé con mi familia a vivir a Barcelona. Estar allí ha sido toda una experiencia.” Sin embargo, sus comienzos en el mundo del arte no fueron fáciles. “Empecé en la academia de Nuria Pié (ceramista de Barcelona). Luego entré en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos Llotja. Le enseñé al bedel alguna de las figuras de barro que había hecho. Le gustaron y me ayudó a presentarlas en la escuela. Me dieron una beca y gracias a eso pude hacer un curso monográfico sobre el hierro, relacionado con la escultura.”
FOTOGRAFÍA: Julián Castillo Cañizares
“Poco después conocí a Parés (artista catalán, todo un referente). Le dije que quería  aprender con él, pero no me dejó. Me dijo que jamás había pisado su taller una mujer y que yo no iba a ser la primera. Pero no me desanimé. Seguí insistiendo y cuando vio que sabía soldar y las ganas que tenía por estar a su lado, me dio una escoba y me dejó entrar en su taller a cambio de que lo mantuviera limpio. Conseguí convencerle de que tenía talento para dedicarme a la escultura y finalmente decidió enseñarme. Era un hombre severo. Al llegar por la mañana al taller encontraba algunas de mis creaciones rotas en el suelo. Parés me decía que no le había gustado el resultado, que yo podía hacerlo mucho mejor y me obligaba a empezar de nuevo. En aquel momento no me gustó nada, pero ahora le estoy muy agradecida, he aprendido mucho. Gracias a él he podido dedicarme a esto.”
“Me parece muy bonito que mi obra pueda estar en una joya como el Guggenheim”
Dice el refrán que uno nunca es profeta en su tierra. Eso Patricia lo sabe muy bien. Sus primeros intentos por exponer sus obras en Cataluña fueron baldíos y la artista pontevedresa tuvo que marcharse a Inglaterra. Fue entonces cuando sus obras comenzaron a ser visibles en diferentes salas y galerías. Patricia ha expuesto en Inglaterra, Francia, Suiza, Barcelona y Madrid entre otras ciudades, y ha recibido varios premios y menciones de arte, diseño y literatura.
Pero su camino no ha sido fácil. Patricia ha tenido que compaginar su trabajo artístico con otros como los de actriz o periodista (ha trabajado en Punto Radio Barcelona, Canal Bajo Aragón y el programa “Castilla la Mancha en vivo”). “La comunicación me ha aportado muchas tablas. En ‘Castilla la Mancha en vivo’ he podido desarrollar mi creatividad, en este caso periodística.”
La crisis económica y los cambios políticos en Castilla la Mancha le obligaron a dejar su trabajo de reportera en la televisión autonómica. “Llegué a Bilbao hace más de tres meses con el corazón encogido, tratando de dejar atrás el parto, y sin saber si estaba haciendo lo correcto. Pero sin duda ha merecido la pena. Estoy muy contenta de haber dado con este lugar, me está dando una nueva oportunidad de vida que no pienso desaprovechar.”
En el botxo, Patricia Cancelo se siente como en casa. “Hace diez años estuve aquí y me pareció todo muy industrial.  Hoy, sin embargo, es una ciudad cultural, vanguardista, abierta a Europa y muy romántica. Eso inspira a la hora de crear.”


FOTOGRAFÍA: Julián Castillo Cañizares



 Además, no le va nada mal. Sus esculturas, denominadas “Universos” y elaboradas en hierro, han llamado la atención del Museo Guggenheim de Bilbao, que desde Semana Santa de este año 2012 las vende junto a una magnífica colección de anillos de diseño. “Me parece muy bonito que mi obra pueda estar en una joya de la arquitectura y el arte contemporáneo como el Guggenheim en la que me gustaría vivir. Aún no soy consciente del gran paso que es poder formar parte de los artistas y diseñadores que allí se encuentran. Me siento una privilegiada por tener esta oportunidad.”
El Guggenheim le ha pedido además que diseñe una colección en plata inspirada en el propio museo, tarea que espera comenzar en breve y que podrá desarrollar en Bilbao al haber sido aceptada como usuaria de taller por la Fundación Bilbao Arte.
Desde hace unas semanas, Patricia está también presente en la galería Arteko, una de las más importantes de San Sebastián. En la sala Arteko Factoría pueden verse sus anillos más vanguardistas y varias esculturas de hierro, ubicadas en un lugar privilegiado. “Me iluminé por dentro cuando Kristina me dijo: “mira tu obra al lado de un Tapies y un Barceló”. Es la primera vez que mi obra comparte espacio con artistas de tal envergadura. ¡Qué lujo! Yo creo que hasta la escultura bailaba de alegría. Me siento tan feliz…”
En la galería Arteko están encantados de contar con artistas como Patricia. “La obra de Patricia nos pareció que podía encajar bien en esta nueva sección. Su creación de anillos-escultura es fresca y original, y de sus esculturas optamos por su serie Universos, una especie de homenaje a Oteiza”, señala Cristina de la Fuente, responsable de la galería.
“El saber no ocupa lugar”
Luchadora donde las haya, Patricia tiene por delante otro reto apasionante, los temidos exámenes. Actualmente estudia Ciencias de la Información y Comunicación en la UOC, (Universitat Oberta de Catalunya). Anteriormente cursó estudios de Diseño Gráfico en Barcelona, además de un máster en Reporterismo e investigación, y diversos cursos de interpretación y arte.  Y es que según ella, “el saber no ocupa lugar”.
Por el momento, sus sueños se van haciendo poco a poco realidad, pero Patricia no se conforma y pide más oportunidades para artistas que, como ella, tienen algo interesante que contar. “Espero que todo siga yendo tan bien como hasta ahora y se vendan mis obras  porque, si no se vende, no puedo comparar material para seguir creando. Sé que se pierde romanticismo al hablar de dinero y arte, pero las facturas a final de mes son reales. Hay que trabajar duro para seguir forjando mis sueños al calor del fuego”, apunta. El futuro, sin duda, es suyo.

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