Depresión y medicina personalizada de precisión
Cada vez son más los avances en el abordaje de la depresión, una enfermedad que, según datos de la Organización Mundial de la Salud afecta aproximadamente a un 5% de la población adulta mundial
Sentimientos de tristeza, bajo estado anímico, pérdida de interés por las actividades cotidianas o alteraciones del comportamiento y del pensamiento son algunos de los síntomas característicos de esta enfermedad que aparece de manera frecuente en todo el mundo. Sin embargo, ya se trate de depresión leve, moderada o grave, existen tratamientos y formas de abordaje muy eficaces. En este sentido hemos de destacar la medicina personalizada de precisión, de la que nos habla la Fundación Instituto Roche.
¿Qué es la medicina personalizada de precisión?
La “medicina personalizada de precisión” es una manera de abordar la prevención y el tratamiento de la depresión que tendrá un importante papel en el campo de la psiquiatría, ya que contribuirá a encontrar soluciones en aspectos como:
– Estimación del riesgo a desarrollar la enfermedad.
– Selección del tratamiento más seguro y eficaz para cada paciente.
– Monitorización personalizada del tratamiento.
– Identificación de nuevas dianas terapéuticas.
Asimismo, resulta fundamental conocer las alteraciones genéticas y factores ambientales causantes de la depresión para poder entender esta enfermedad en profundidad y poder identificar biomarcadores que ayuden en el diagnóstico, pronóstico y predicción de la depresión de manera más precisa y personalizada.
¿A qué se debe la depresión?
La aparición de la depresión está condicionada por factores genéticos que interactúan con factores ambientales:
Factores genéticos
– Se estima que el 40% de la depresión se debe a factores genéticos.
– Estamos ante una enfermedad poligénica. Es decir, es causada por alteraciones en varios genes.
– Han sido identificadas más de 100 variantes genéticas (pequeñas variaciones en la secuencia de ADN) asociadas al riesgo de desarrollar depresión.
Factores ambientales
– La exposición a ciertos factores ambientales aumenta el riesgo de desarrollar depresión. Algunos de ellos son el estrés, los eventos traumáticos o la situación socioeconómica.
