Cristina del Valle
Amistades Peligrosas, el dúo español que marcó la década de los noventa con su personalísimo estilo musical y temas como “Estoy por ti”, “Me quedaré solo” o “Africanos en Madrid” vuelve a la escena musical de la mano de Cristina del Valle y Manu Garzón, su nuevo compañero en sustitución de Alberto Comesaña. Después de veinte años, con una carrera musical de más de una década, y más de tres millones de copia vendidas, Amistades Peligrosas presentan su nuevo álbum, “El arte de amar”, el séptimo de su carrera y el primero de la nueva formación.
Cristina afronta el reto con ilusión y ganas por dar lo mejor de sí para “hacer disfrutar al público y ser un antídoto contra la tristeza”. Y ello, sin dejar a un lado su lucha contra las injusticias sociales, en especial las que afectan a la mujer.
- ¿Qué te ha llevado a resucitar la formación? ¿Por qué ahora?
Amistades Peligrosas fue el proyecto más importante de mi vida, en el que me dejé y me dejo la piel y el alma. Pero llegó un momento en el que no fue posible que Amistades evolucionara hacia donde yo quería. Salí del grupo para poder enriquecerme como persona y llevar la música a lugares del mundo donde soñaba con hacerlo, y también para darle a la música un sentido de compromiso y activismo social, y ponerle voz a miles de mujeres que sufren la violencia de género.
- En esta nueva etapa estás acompañada por Manu Garzón. ¿Cómo es?, ¿qué aporta al grupo?
La vuelta de Amistades tuvo que ver completamente con Manu, una persona que siente y piensa como yo, y que ha vivido una historia de violencia familiar similar a la mía. Manu es además un artista que se entrega en el trabajo, que aporta diversidad de estilos y mucha riqueza a la hora de trabajar, haciendo que todo sea maravilloso.
- Además de tu compañero, ¿hay algo que haya cambiado en Amistades Peligrosas o seguirá la esencia de la anterior etapa?
Amistades conserva el espíritu de lo que fue, que es la diversidad musical, el mestizaje. Las canciones de nuestros discos no son iguales unas a otras; experimentamos con todo. Manu tiene una voz que empasta perfectamente con la mía, de modo que el juego de las dos voces funciona con la misma magia de siempre. Y sobre el escenario mantenemos la misma sensualidad de antaño con un buen rollo que se nota enseguida.
- ¿Cuáles son los objetivos de la banda?
Trabajar desde la honestidad dando siempre lo mejor de nosotros mismos, estar en todos los escenarios posibles y emocionar con lo que hacemos. Queremos que la música sea un antídoto contra esa tristeza que hay instalada hoy en día en nuestro país.
- ¿Queréis recuperar a los viejos fans o pensáis dirigiros hacia un nuevo público, más joven?
Esperamos ser un grupo popular, que guste a gente desde los 7 hasta los 77 años y que nuestra música vuelva a ser la banda sonora de todos ellos.
- Fuisteis uno de los grupos más destacados de los 90 no solo en España, sino también en América Latina. ¿Qué significó para ti aquella época?
Guardo recuerdos maravillosos, pero también hubo momentos duros. Tengo la sensación de no haber podido disfrutarla como me hubiera gustado. Fue todo demasiado rápido, intenso y agotador, y yo no tenía la madurez suficiente.
- ¿Cómo estás viviendo el regreso de la banda? ¿Hay nervios?
Destacaría sobre todo una palabra: disfrutar. Estoy disfrutando todo tanto… Desde una presentación hasta una firma de discos. Y por supuesto llena de nervios, como la primera vez que subes a un escenario, y con mucha responsabilidad.
- ¿Qué podemos esperar de este nuevo trabajo: “El arte de amar”? ¿Cuál es la esencia del disco?
Es un disco lleno de ritmo y sabor, con canciones hechas desde el amor y la verdad. Hemos incluido algunos de los últimos temas de Amistades, remezclándolos, y nuevas canciones de diferentes estilos (pop, rock, afro…) marcadas por la actualidad. Lo hemos grabado en distintos lugares (Los Ángeles, República Dominicana, Madrid, Barcelona y Mallorca). Hemos contado también con autores que ya colaboraron con nosotros en la etapa anterior. Soy una mujer muy leal y me gusta trabajar con mi equipo.
- ¿Cómo ves el panorama musical español?
Son tiempos difíciles para quien quiere hacer negocio con la música. La crisis está castigando muy duramente a la cultura. Hay que reinventar todo un modelo para la difusión de la música. Y en eso la red ha abierto nuevas posibilidades. Hay mucha gente que trabaja al margen de una multinacional o compañía de discos, creando y personalizando su trabajo, y ofreciéndoselo al público. Para los creadores y la gente que amamos la música es un momento muy especial. Hay tantas cosas que contar y que nos conmueven…
- Además de cantante eres una mujer muy implicada en diversas causas sociales. ¿En qué momento decidiste dar el paso y volcarte en esta lucha?
Nací en un hogar donde la violencia era una realidad cotidiana. Desde muy niña tomé conciencia gracias a la educación de mi madre y aprendí que este mundo no era igual para los hombres y para las mujeres, que existían realidades injustas que estaba viviendo en mi propia piel. A partir de ahí, tomé conciencia y empecé a militar en organizaciones sociales y a trabajar en este campo. Para mí la música siempre ha estado ligada a la denuncia social y ha servido para poner voz a las mujeres que no la tienen.
- Eres la presidenta de la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género. ¿Qué cometido tiene?
La Plataforma surgió hace 14 años con la idea de ser portavoces ante los políticos y la sociedad de una realidad que está castigando al mundo como es la violencia de género, que se cobra la vida de millones de mujeres en el mundo. Ése es nuestro reto.
- ¿Cuál crees que es el camino para alcanzar una sociedad más igualitaria?
Es fundamental garantizar la seguridad de las mujeres. Los políticos no deberían escatimar ni en presupuesto ni en medidas. También es importante la educación. Hay que trabajar con un modelo educativo diferente e igualitario donde las niñas no sean educadas en la dependencia ni en un modelo amoroso que las absorbe.
- ¿Qué se puede hacer desde el sexo masculino?
Los hombres deben jugar un papel fundamental. Es demasiado sonoro el silencio de la mayoría de los hombres buenos, que no se posicionan frente aquellos que violentan o maltratan. Deben dar un paso al frente y decir “no” a aquellos que faltan al respeto a las mujeres, que usan la violencia y buscan imponer su control.
- ¿Tu faceta como activista y luchadora social se va a ver afectada por el regreso de Amistades Peligrosas?
Todo lo contrario. Amistades me permite llegar a mucha gente. Manu y yo tenemos muy claro cuál es nuestro posicionamiento. Podemos tocar indistintamente en una sala, en una casa de acogida o en una cárcel compartiendo nuestra experiencia y nuestra música con los demás.
- ¿Hay alguna otra causa social en la que estés involucrada?
A principios de junio presentamos nuestro disco en la sede de la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores) en una campaña de colaboración con la Fundación Atlético de Madrid apadrinada por el ex-ministro Moratinos. Se trata de un proyecto que aúna música y deporte al servicio de la paz. La intención es hacer una campaña de sensibilización y denuncia contra la violencia para trabajar en Latinoamérica a través de la creación de talleres por la paz.
- ¿Qué mujer te ha marcado especialmente?
Mi hermana y amiga del alma, además de Coordinadora Internacional de la Plataforma (de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género), la mexicana Lydia Cacho. El disco y su título (El arte de amar) están dedicados a ella. Lydia se juega literalmente la vida luchando contra el tráfico de mujeres y niñas. Y lo hace con una valentía absoluta. La han intentado asesinar en varias ocasiones, una de ellas durante uno de nuestros viajes a Guatemala en el que fue secuestrada. Ella me suele decir: “Cris, lo que tiene que diferenciar nuestra lucha del resto es el amor.” Tiene mucha razón. No podemos trabajar con niñas y mujeres maltratadas si lo hacemos desde la rabia, la ira y la violencia. Hay que hacerlo desde el amor más absoluto.
- ¿Qué planes tienes? ¿Habrá gira de Amistades Peligrosas?
Sí. Tenemos varias actuaciones en Madrid. También estaremos en Asturias actuando en una gala a favor de la Fundación Inocente, en el “Descenso Solidario del Sella”. Y luego daremos el salto a Latinoamérica intentando llegar al mayor número de personas.