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Abadía de Jábaga, mucho más que chocolate

Abadía de Jábaga, mucho más que chocolate

Abadía de Jábaga une pasado y presente gracias a un nexo común: la tradición chocolatera castellana.

Haciendo un poco de memoria sobre la historia del chocolate, hay que destacar que España es el país a nivel mundial con la mejor elaboración de chocolate y Abadía de Jábaga nace nutriéndose de la tradición chocolatera mejor y más antigua del mundo.

En las cocinas de las monjas toledanas se fabricó la primera mezcla de chocolate con azúcar tostada en distintas pruebas, de las que nace el famoso mazapán. En esta misma época se habían realizado pruebas en conventos de Cuenca, León y Salamanca.

El chocolate llega a Prusia cuando el Emperador Carlos traslada su corte de Madrid a Viena, mientras que los chocolateros españoles de Castilla llevan su sabiduría a Florencia, desde donde se expande a Francia, Alemania y Suiza.

La primera fábrica de chocolate se crea en 1780, en Barcelona, y es más que evidente la primacía de España como la tierra clásica del chocolate.

Ya Hernán Cortés, en sus misivas a Carlos I desde América, le comentaba la fortaleza que este líquido espeso transmitía a los indígenas, que aguantaban perfectamente jornadas enteras de lucha y trabajo. Lo mismo ocurría con los españoles que lo probaron, ya que recuperaban las fuerzas rápidamente.

En el siglo XVI, un monje de la orden del Cister, Fray Jerónimo de Aguilar, y García López de Cárdenas envían una muestra de cacao al monje encargado del monasterio de la orden de Santiago en Uclés (Cuenca), así como varias recetas de preparación al abad y al maestre de la orden. Cuenta la leyenda que los monjes en la Ermita de San Roque (donde hoy se ubica la Abadía de Jábaga) hicieron un trueque de pertrechos y habas de cacao para llegar al Monasterio de Piedra (Zaragoza) con una de las recetas para elaborar “xocoalt” o “cacau”. Estos monjes lo llevaron por Jábaga en 1534 (primera ruta del cacao) al Abad del Monasterio de Piedra: el primer obrador de chocolate en Europa. Países como Suiza, Italia, Austria o Alemania aprendieron la sabiduría de la elaboración del chocolate de los obradores españoles, como el de Jábaga.

Hoy, la Abadía de Jábaga es una fábrica de chocolate artesano ubicada en un entorno rodeado de naturaleza y libre de contaminación. Produce cuatro marcas de productos: Lobetum, Aurum, Lobetanni Gold y Lobetanni Rojo.

Allí se trabaja un producto de altísima calidad elaborado con cacao Criollo (el más caro y de más difícil disponibilidad). Posee los mejores aromas y, los pralinés de los rellenos, no contienen azúcar tostado molido, solo pasta de fruto seco. Es un chocolate excepcional y sano, al estilo Castellano español.

Pero también es un espacio para la celebración de eventos, gracias a su enclave privilegiado para celebraciones originales y exclusivas: bautizos, bodas, comuniones, conferencias y congresos, reuniones de empresa, sesiones de fotos, conciertos y otros eventos multitudinarios, rodajes, etc. Un lugar de ensueño donde se ofrecen diferentes servicios y espacios (interiores y exteriores) con el objetivo de personalizar cada evento según el deseo de cada cliente.


Por sus especiales características y gran interés, en este simbólico espacio también se realizan visitas guiadas, donde el visitante podrá conocer su museo etnográfico, la zona de producción, etc.

También hay que incluir una novedad, y es que Abadía de Jábaga ahora también fabrica deliciosos helados artesanos

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