Hablamos con… Blanca Agudo
La pasión por la música le viene desde muy pequeña. Fruto de ello, tuvo claro que su futuro estaría ligado a este ámbito. Joven, guapa y con talento, Blanca Agudo es una de las caras visibles del grupo folk Boys of the Hills, en el que toca el bodhran, un instrumento de percusión. Con su música trata de alegrarnos la vida en estos tiempos difíciles mientras prepara los temas de su segundo disco junto a la banda. Blanca colabora además con otros artistas y acaba de conseguir un papel en una obra de teatro en la que ya ha comenzado a ensayar. Esta chica vale para todo. El futuro es sin duda suyo
Por Javier Alonso Ezquerra
– ¿De dónde viene tu pasión por la música?
Mi padre también se dedica al mundo del espectáculo. Es técnico de sonido y trabaja en la CNTC (Compañía Nacional de Teatro Clásico). Por eso la música al igual que el teatro, han formado parte de mi vida desde que nací. Guardo recuerdos muy especiales de mi infancia: desde la influencia de mi padre en el mundo de la música, hasta el haber pasado todos los veranos en el Festival de Teatro Clásico de Almagro.
– ¿En qué momento descubriste que querías formar parte del mundo musical?
Definitivamente cuando descubrí la música folk. Me atrajo mucho la riqueza musical de todas las regiones del norte de nuestro país. Desde Galicia, Asturias, Cantabria, Euskadi y Castilla y León, hasta los propiamente “celtas”, como Irlanda o Escocia.
– Tocas el bodhran. ¿Qué es ese instrumento? ¿Por qué te decantaste por él?
Blanca Agudo |
El bodhran es un instrumento de percusión tradicional irlandés. Decidí dedicarme a él con más plenitud que con otros instrumentos de percusión que también toco (tamboril, pandereta gallega, bendir, etc.), porque me enamoró su particular sonido y la infinidad de matices que se pueden obtener. Es tal el abanico de posibilidades rítmicas, que con él soy capaz de poder tocar cualquier estilo posible.
– Además de instrumentista, eres vocalista. ¿Qué te gusta más: cantar o tocar?
– Además de instrumentista, eres vocalista. ¿Qué te gusta más: cantar o tocar?
¡Difícil pregunta! En mi caso diría que ambas, pero aunque tengo la voz algo domada, no me considero cantante, así que si tuviese que escoger… Me refugiaría en tocar, que es lo que más llevo trabajando.
– ¿Qué influencias musicales has tenido?
He tenido influencias de todo tipo y tengo muchos preferidos de entre todas ellas. Dentro del folk: Carlos Núñez, Kepa Junkera, Hevia, The Chieftains, Flook, Martyn Bennett, Michael McGoldrick… Y fuera del mundo folk llegan a ser muy dispares: Sting, Jamiroquai, Simply Red, Hans Zimmer, James Horner, Jordi Savall, Tino Casal, etc.
– Formas parte del grupo Boys of the Hills. ¿Quiénes sois?, ¿qué música hacéis?
Boys of the Hills somos un joven grupo madrileño que nos dedicamos a la música “Irish folk” fundamentalmente, sin renunciar a las pinceladas del “bluegrass” o del “country” que forman parte de nuestro trabajo musical. El mítico grupo irlandés The Chieftains ha sido y es el gran referente del grupo, siendo una fuente de inspiración como doctrina de lo que es la Irish Traditional Music.
– ¿Qué proyectos tiene el grupo?
En estos momentos el grupo está preparando un concierto muy especial en honor a nuestros queridos The Chieftains, y que se ofrecerá en el último trimestre del año. Aunque a su vez, ya estamos preparando nuevo repertorio para el que será nuestro segundo trabajo discográfico.
– ¿Qué otros proyectos tienes en camino?
Actualmente estoy preparando un proyecto de repertorio castellano con Blanca Altable y Jesús Parra (violinista y guitarrista). Aunque también colaboro con bastante frecuencia con el dúo de folk castellano, Blanca Altable y Chuchi², que son grandes músicos con mucho talento, además de grandes amigos.
– Dicen que la música amansa a las fieras. ¿A quién le gustaría amansar Blanca Agudo?
¡Uy! Algún músico que otro se me escapa por ahí… (Risas) En realidad hay mucha gente con la que me gustaría colaborar, y como no, con alguno de los grandes. Pero de momento, algunos hay más cerca que me quedan pendientes.
– Haces también trabajos como actriz. ¿Al final todo en la vida es interpretar?
Bueno, a menudo todos actuamos en nuestras vidas, pero quien realmente profundiza en el arte de la interpretación como profesión, descubre que es una lucha interna constante por tener el control de tu cuerpo y tus sentimientos a tu merced. Y como nunca se deja de aprender, podría decirse que para el actor todo en la vida es interpretar.
– ¿Qué te gusta más la música o la interpretación?
Ambas han estado ahí siempre, aunque he de reconocer que la música en cierto modo me llama un poco más que el teatro. La música es libre de interpretar, improvisar y de imaginar. La música no tiene lenguaje y por eso es igual allá a donde vayas. En cualquiera de los dos casos, el mayor regalo que puede obtener un artista al finalizar su actuación, son los aplausos.
– Recientemente te acaban de seleccionar además para un nuevo proyecto teatral.
El proyecto se llama Invasión y es del guionista y dramaturgo Guillem Clua. Está dirigido por José Luis Arellano. Son tres escenas distintas sobre el escenario a la vez. Hay un nexo de unión entre ellas. De momento, aún estamos con los ensayos.
– ¿Cuál sería el papel perfecto?
El papel perfecto como tal, según mi criterio no existe, todo depende del esfuerzo y del trabajo que le dediques. Es mucho más importante la energía que llega al patio de butacas; ésa es la verdadera meta de un actor, llegar a transmitir un mensaje, sin importar el papel. Pues a veces un papel sin texto puede llegar a ser igual de brillante que uno que sí lo tenga.
– Como músico, vocalista y como actriz, ¿te cuidas de alguna manera especial?
Como músico, intento evitar las lesiones en las manos, que puedan repercutir a la hora de tocar. Como vocalista la voz es imprescindible, al igual que como actriz, donde también tu propio cuerpo es tu herramienta de trabajo. Un poco de yoga, ejercicios de relajación, calentamientos específicos… son algunas de las cosas que ayudan a mantener la forma física y psíquica.