¿Cómo hacer que los niños coman fruta y verdura?
Cualquier mamá estaría dispuesta a hacer malabares con tal de que su retoño coma fruta y verdura, a veces una tarea difícil, aunque no imposible si sabemos “jugar” con ellos.
Trucos para conseguir que los niños coman vegetales
FOTOGRAFÍA: Chrissi Nerantzi
La fruta y la verdura son alimentos indispensables tanto para la salud como para el correcto desarrollo de los niños. Sin embargo, muchas veces se resisten y ponen mil excusas para dejarlos en el plato, y es ahí donde cada mamá ha de desarrollar su propia estrategia para presentarles estos alimentos de una manera atractiva que los incite a comerlos.
Triunfarás con las brochetas de fruta
Con ellas, no solo lograrás que tus niños prueben la fruta, sino que además comerán distintas variedades. Sus colores intensos colocados uno al lado del otro y en pequeñas cantidades harán que el niño sienta curiosidad ante una composición tan atractiva.
Platos de figuritas
Otra opción consistiría en reunir en un plato o bol algunos tipos de fruta cortadas con moldes para hacer galletitas, con lo que adoptarán formas muy divertidas, tales como: estrellas, hombrecitos, flores, corazones, distintas formas geométricas, etc.
Las verduritas, con cuentos
Contarles cuentos no solo estimulará su imaginación… También su apetito.
Identificarlo con los personajes de sus cuentos preferidos puede hacerles sentir una gran empatía con el personaje y sus preferencias.
Puedes contarles historias de héroes que se pusieron fuertes gracias a las verduritas que comieron de pequeños y, al contrario, lo que le ocurrió a Pulgarcito por no comer este rico alimento. ¿A quién no le han contado la historia de Popeye y sus espinacas?
A veces, mejor invisibles
Poner el plato por delante con los trocitos de verduras a la vista puede ser el quid de la cuestión. A veces les basta comprobar que la comida contiene verdura para dar por respuesta el temido “no me gusta”.
Entonces, ¿mejor que no lo vean, no? Al licuar o triturar la verdura podrás incluirla fácilmente en las salsas y hacer que se las coman “sin querer”. Seguro que el sabor les encanta, no pasan berrinche para comerlas y tú te quedas tranquila porque sabes que están bien alimentados.
