Fertilizantes ecológicos. El truco de oro para tu jardín
Si eres amante del mundo vegetal, posiblemente tengas plantas en tu terraza o jardín, o bien, un pequeño huerto en el que plantar los productos de tu agrado. Y aunque su cuidado requiere de mucho tiempo y atención, también es cierto que el momento de recoger la propia cosecha es muy gratificante.
Seguramente a estas alturas ya conocerás la importancia de trabajar con fertilizantes ecológicos. No obstante, si estás empezando en el mundo del cultivo o la jardinería, seguramente te interese conocer las ventajas derivadas del uso de este tipo de productos.
¿Qué son los fertilizantes ecológicos?
También llamados fertilizantes orgánicos, son aquellos que resultan de la mezcla de sustancias libres de químicos (perjudiciales también para la fauna y la flora) y que se han obtenido debido a la degradación y mineralización de residuos de naturaleza orgánica (es el caso del estiércol), vegetal (serían los despojos de las cosechas) y restos industriales o leñosos.
Contienen, en definitiva, los nutrientes que la planta necesita para poder crecer de forma sana y normal.
¿Cuándo debemos usarlos?
Siempre es mejor prevenir que curar. Por eso, hemos de utilizarlos incluso antes de notar anomalías en el crecimiento de la planta o los cultivos con el objetivo de “alimentar” a las plantas antes de que se produzca un posible déficit de nutrientes, con sus correspondientes consecuencias.
Con esto evitaremos, antes de que sea demasiado tarde, un crecimiento pobre o una mala cosecha.
Las ventajas de usar fertilizantes ecológicos
Los beneficios son muchos, y aquí te vamos a enumerar algunos de ellos:
– Permiten aprovechar los residuos orgánicos.
– Ayudan a mantener el suelo fértil por más tiempo.
– La liberación de los nutrientes se produce de manera lenta y natural.
– Los alimentos procedentes de este tipo de cultivo son más naturales y contienen hasta un 60% más de antioxidantes que los de la agricultura convencional. Además, no contienen químicos perjudiciales para la salud, residuos de pesticidas o de metales tóxicos pesados.
– Aumentan la actividad microbiana del suelo.
– Nos ayudan a proteger el ecosistema.
Estos son solo algunos puntos positivos a favor de los fertilizantes ecológicos, pues existen muchos más.
Por lo tanto, si decides apostar por la opción más sana y natural, es importante que inviertas en productos de calidad y obtenidos de una manera responsable hacia la naturaleza. Luego recogerás los frutos de una cosecha creada con esmero y cariño ¡Notarás y notarán la diferencia!