Decorar la casa en Halloween
Llega la noche más terrorífica del año y es el momento de poner en marcha los preparativos necesarios para convertir el hogar en una auténtica Mansión del Terror. Cada detalle cuenta para crear la escenografía perfecta que nos haga vivir una Noche de Halloween de lo más especial.
¿Cómo ambientar la casa para otorgarle un aspecto tétrico?, ¿qué elementos tenemos que incluir en el decorado y qué otros debemos evitar?, ¿debemos inspirarnos en escenarios concretos o mejor dejar volar la imaginación? En realidad, un poco de todo. Decorar para Halloween supone salir de nuestro espacio real para crear lugares ficticios que nos transporten y provoquen ciertas sensaciones. Efectivamente, una película intrigante o un sobrecogedor relato podrían servirnos de inspiración; sin embargo, si no tenemos una idea concreta, hay ciertos elementos recurrentes que, además, siempre terminan en éxito.
Bienvenida escalofriante
Predispondremos a nuestros invitados, que deberán experimentar el primer impacto antes de entrar en nuestro hogar. Para ello, nada mejor que adornar la puerta de entrada con una gran lazada negra que contenga un mensaje sugerente. Tal y como decía Drácula a su visitante: Bienvenido a mi humilde morada. Entre libremente, por su propia voluntad, y deje parte de la felicidad que trae. ¡Ante todo, buenas maneras!
Un halo de tinieblas
Ya en el umbral de nuestra morada, la oscuridad, la sombra y la penumbra impondrán su hegemonía para envolvernos en un ambiente sumamente intrigante. Por lo tanto, queda totalmente fuera de juego la luz eléctrica, sobre todo si es muy brillante. Corramos las cortinas para recuperar los candelabros polvorientos que tengamos guardados y coronarlos con velas que aporten la luz tenue que necesitamos para esta ocasión. Si optamos por velas blancas, podríamos simular que chorrean sangre utilizando colorante rojo, aplicado con un cuentagotas.
Ojos y ajos en las paredes
¿Hay algo más inquietante que un par de ojos escrutando cada uno de nuestros movimientos? Imaginemos muchos pares de inexpresivos ojos colocados en las paredes. En el mercado podemos encontrar ojos de plástico de diversos tamaños con adhesivos en la parte de atrás, para colocarlos con facilidad donde deseemos.
Si además colocamos una ristra de ajos en alguna que otra esquina, el resultado será intrigante…
Los dulces, protagonistas de Halloween
Para ir abriendo el apetito, distribuiremos por las distintas estancias bandejas con galletas y pastas surtidas con formas: hombrecillos, calabazas, sombreros de bruja, murciélagos, castillos, gatos, calaveras, fantasmas, lunas e incluso huesos… Todo deliciosamente preparado.
Colocaremos también alguna bombonera con golosinas y caramelos para los grupos de niños que llamen a nuestra puerta para invitarnos a decidir entre: “Truco o trato”.
Detalles siniestros
El sentido del oído puede jugarnos malas paladas en lo que a terror se refiere. Si lo que deseamos es “poner los pelos de punta”, nada mejor que un estremecedor sonido de fondo. Hay audios especiales para estas ocasiones, de manera que podamos oír sonidos de risas siniestras, tormentas, gritos, sierras eléctricas, puertas que crujen al cerrarse, martillos golpeando, cadenas que arrastran, etc.
Con un spray de telaraña cubriremos esquinas, espejos e incluso botellas con telarañas artificiales para dar un aspecto de abandono total. Y para que la apariencia de antigüedad sea más auténtica, enmarcaremos algunas de nuestras fotografías en color sepia (arrugadas previamente para realzar el efecto añejo). ¡Parecerán retratos de época!
Un cementerio en mi jardín
Si la casa tiene jardín o patio exterior, no hemos de pasarlo por alto, pues esta zona de nuestro hogar puede dar mucho juego. Empecemos por instalar un “cementerio portátil” a base de lápidas de plástico con hologramas, espacio escalofriante que completaremos con figuras especiales de suelo, como manos, esqueletos o zombies que emergen directamente de la tierra.
Finalmente, iluminaremos este panorama mediante lámparas de suelo con focos de luz roja para que potencien las sombras. El resultado será asombroso.
Con estas ideas, el miedo está servido. ¡La fiesta la pones tú!