Cómo de pasional eres según tus besos
Los besos son chispas capaces de encender auténticas hogueras. Pueden sorprender, enamorar, abrasar… o dejar indiferente (situación a evitar por todos los medios). Todo depende del “arte” o estilo con que los des, de modo que si eres lo bastante diestro/a conseguirás que el afortunado o afortunada que los recibe experimente gratas e inexplicables sensaciones.
Aunque el acto de besar es algo muy personal, sí que podemos darte unas directrices generales que te ayudarán a descubrir cómo de pasional eres a la hora de besar:
• BESO TÍMIDO
En realidad, se trata de dar uno o varios pequeños besos repartidos en series y, entre ellas, los enamorados suelen intercambiar dulces miradas. Esta tipología es muy común entre las parejas que acaban de iniciar su relación y aún están conociéndose.
• BESO ATREVIDO
Es el estilo propio de quienes sienten total seguridad en sí mismos. Saben que van a triunfar y van un poco “de sobrados”, pero tienen un encanto totalmente irresistible. Se dan de manera descarada (y hasta con un pequeño toque impertinente), sin titubeos, a menudo con algún que otro mordisco y no es de sorprender observar unos preciosos ojos abiertos.
• BESO PASIONAL
Es aquel que va cargado de deseo. Lenguas enlazadas, ojos cerrados e intensa cercanía corporal son algunos de los ingredientes de este beso cálido que lleva peligrosamente a una mayor intimidad. Muy erótico, puede convertirse en el preludio de algo más…
• BESO POR SORPRESA
Como su nombre indica, el receptor ni siquiera se lo espera y suele terminar en algo muy interesante. Es un beso con el que se despiertan fácilmente emociones, sobre todo si se lo das a alguien con quien nunca se ha mantenido una relación. Si sospechas que le gustas a alguien, ésta puede resultar una opción muy interesante (aunque arriesgada) para romper el hielo…
• BESO CARIÑOSO
Es el beso que se da en los labios, normalmente cuando la pareja tiene mucha confianza, ya está reafirmada y no conlleva ninguna connotación sexual. Casto y cómplice, es el que se da al decir “hola” o “adiós”, por ejemplo. Aunque detona signos de cariño e incluso de protección, ¡sexualmente deja indiferente!